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Eduardo Paolozzi –  Elementos morfológicos de la imagen

Eduardo Paolozzi experimentaba mucho con técnicas y se dedicaba a hacer arte en varias maneras, como escultura, pintura, etc.

Él hace uso del punto como una herramienta compositiva para dar a conocer el espacio donde se está produciendo una acción. Sin embargo, hay excepciones a esto.

Sack-o-sauce, 1948

En obras como Sack-o-sauce, nuestra mirada se dirige rápidamente al lugar donde está ocurriendo la acción. Nuestra atención se fija en este suceso antes de reconocer cualquier de los otros elementos compositivos. En este caso podemos observar que el punto focal de la obra es Mickey Mouse, recibiendo uno de los encurtidos del frasco de salchichas que le presentan. Después de fijarnos en este punto y analizarlo, la mirada pasa a explorar el resto de la composición.

Son muy pocos los ejemplos donde podemos distinguir al punto como un elemento estático. Sin embargo encontramos obras como esta serigrafía sin título, parte de la serie ‘Metafisikal Translations’, en donde la mirada se dirige, inmediatamente, al centro del círculo.

Sin título, 1962

En algunas de sus obras Paolozzi también usa el punto como una unidad compositiva mínima para crea formas a partir de él. Este es el caso de The Silken World of Michelangelo. Aquí, los personajes que rodean al David de Miguel Ángel están formados por diminutos puntos dispuestos de manera que, al ser vistos desde una distancia, nos permite distinguir tres figuras humanas y a Mickey Mouse.

The Silken World of Michelangelo, 1967

Con respecto a la línea, es uno de los elementos compositivos de los que Paolozzi sacaba un mayor provecho, pues estos le permiten dar movimiento a sus obras.

Sin título, 1967

En esta obra podemos apreciar el movimiento ondulante producido por la línea curva.

También las líneas imaginarias nos ayudan a dirigir la mirada. En Wittgenstein in New York, la cabeza levantada hacia un lado nos hace seguir el recorrido de su mirada hasta llegar al avión que los sobrevuela.

Wittgenstein in New York, 1964

El color juega uno de los papeles más importantes en sus trabajos. Desde los collages hasta los mosaicos de la estación del metro de Tottenham Court Road en Londres, es claro que es un elemento compositivo con el que le gustaba experimentar.

Podemos tomar como ejemplo su serie de cuarenta y cinco collages Bunk!, realizados con recortes de revistas que ex-soldados del ejercito estadounidense le regalaban.

Meet the people, 1948

Utilizaba colores vibrantes, que contrastaran unos con otros, colores que llamen la atención. Para el entendimiento de esto, es necesario resaltar el contexto histórico. Para los momentos la situación que se vivía en Europa era muy diferente a la de Estados Unidos, y Paolozzi se encontraba fascinado por la cultura pop, la tecnología y el consumismo estadounidense. En Meet the People, a pesar de ser una composición colorida, el color naranja es el que predomina. Este es un color alegre, estimulante y aporta dinamismo.

Paolozzi creaba la forma en sus composiciones mediante la ayuda de otras figuras. Varias de sus esculturas están compuestas de objetos que Paolozzi venía guardando en su estudio, podemos decir que creaba collages tridimensionales. Una de estas esculturas es Cyclops, que mediante el uso de la técnica de la cera perdida, Paolozzi creó un molde utilizando partes sueltas de maquinaria y otras piezas industriales, para luego inyectar el metal fundido y obtener la obra.

Cyclops, 1957

En algunas de sus serigrafías hace uso de formas geométricas para crear figuras. En su obra Parrot, parte de una serie de serigafías titulada ‘As is When’ inspiradas en el filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein, se puede reconocer dos figuras formadas por líneas, triángulos, rectángulos, etc. que dispuestos organizadamente nos hace verlas como dos individuos en movimiento.

Parrot, 1964

Aunque tal vez no de manera intencional, la textura está más que presente en varias de sus obras. Ejemplo de ésta encontramos en collages como Was This Metal Monster Master – or Slave? donde se puede apreciar la cubierta de un cómic rota y la peculiar textura que adopta una pegatina que no ha sido despegada correctamente. Algunas fuentes sostienen que muchos de los collages hechos por Paolozzi, eran trabajos para su colección propia y por lo tanto no cuidaba mucho los aspectos estéticos, fue después de su muerte que amigos y familiares sacaron estas obras a la luz.

Was This Metal Monster Master – or Slave?, 1952